8 de marzo

Hoy hago huelga. Hasta la tarde, cuando me vaya a la manifestación, dedico mis horas a los sueños robados o aplazados y hago memoria de la mujer que soy. 

Fui a un colegio mixto, me dejé el alma para sacar dos carreras de forma casi simultánea, y años después, ya trabajando, quise completar mi currículum con un máster. Soy de esa generación de ilusas que creyó que todo se podía vencer con esfuerzo personal. Pero poco a poco he ido abriendo los ojos, el esfuerzo es importante, pero siempre hay quien lo tiene más fácil. 


He conocido situaciones de injusticia laboral, muchas consolidadas desde la mentalidad machista y patriarcal que nos ha recomendado estar calladitas. He visto nóminas injustas y discriminatorias. He ido a entrevistas laborales donde el fantasma de la maternidad me ha jugado en contra, aunque yo haya elegido no ser madre. He sufrido a hombres incapaces para la escucha y la empatía ejerciendo puestos de poder desde los que destruyen a otros, especialmente, si son mujeres. 


Lo he visto y lo sigo viendo, en mí y en otras, por eso, escribo y me repito «ni un paso atrás», por eso me emocionan las más jóvenes que ya no se creen los cuentos de siempre. 


Hoy por la mañana, trabajo en esos poemas de un libro futuro, y recuerdo a aquella niña que quería ser escritora y leía a Gloria Fuertes, aunque no veía a ninguna mujer en sus libros de texto; a aquella mujer que se dio cuenta del engaño leyendo a Virginia Woolf y a otras. Vamos, mujeres, junto a los hombres que están dispuestos a acompañar este camino y esta lucha.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Blog de WordPress.com.

Subir ↑